Sumergido en un mar de confusiones, viajando perenne entre infinidad de estrellas desconocidas, navegando entre un sinfín de indecisiones... tan sólo el auténtico, arraigado y profundo anhelo atisbó la brillante luz y únicamente dos solitarias palabras se dejaron escapar desde lo más recóndito de su corazón:
"Quédate conmigo"....
Y el silencio volvió a inundar aquel campo de lágrimas contenidas y sentimientos de culpabilidad.
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