domingo, 15 de marzo de 2015

HAMBRE

Hacía días que no comía,
El trabajo era su obsesión,
Sus tripas como leones rugían,
Pero continuaba con su afición.

Su estómago, sustento suplicaba,
Sus músculos, proteínas, por Diós,
Los intestinos, de hambruna saltaban,
Todo el cuerpo preparaba una rebelión.

Células y órganos idearon una revuelta,
Todos a una, incluido el corazón.
Lástima, el hombre no estaba alerta,
Y tarde era ya cuando se percató.

Tras una discutida asamblea,
Decidieron calmar su necesidad,
Y aunque la cosa pintaba muy fea,
Lo que primaba era tragar.

Empezaron poquito a poco,
Para a su amo poder despistar
Pero, en seguida, se volvió como loco,
Cuando aquella comezón empezó a notar.

Todas las células a ritmo tragaban,
Sus necesidades habían de cubrir,
Por todas partes mordiscos le daban,
Era un dolor difícil de resistir.

En un par de horas, todo era finito,
El hambre es muy mala, ya lo digo yo.
El gran hombre antes, se quedó en hombrecito,

Y, por arte de magia, todo entero, desapareció.



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